27 abril 2006

PALABRA VIVIDA




De nada valen las palabras
si no viven, sufren o son perseguidas,
si acallamos la voz del oprimido
sedienta de nueva aurora.

De nada valen las palabras
sin profunda escucha vivida,
despertando en acto comprometido
la ausente mirada del alma.

De nada valen las palabras
en morada silenciosa, compartida,
cuando todo recobra su sentido
y ya es la vida quien habla.


Francisco Sandalio


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