HAMBRUNA EN BELEN DE SOMALIA

Descubrimos que estaba muerto
los que creemos que estamos vivos,
envuelto en una sabana blanca
mientras la sombra negra crecía.

Le enterraron con otros cientos,
le enterramos en el olvido,
los moscones como cuervos
y afilados nuestros cuchillos.

Crecía con falaces argumentos,
que si sequías, conflictos tribales,
que si gobiernos corruptos, armamentos,
que si eran ignorantes y por ello tantos males.

Descubrimos que estaba muerto
pero nunca buscamos responsables,
quien sabe, si al buscarlos
los encontraríamos en nuestros hogares.

Francisco Sandalio