18 mayo 2006

LATIDOS DEL CORAZON



I

¡Cómo expresar con palabras
la savia que nutre la vida,
si en tal esencia escondida,
tú eres, silencio, quien hablas!

II

Libertador de mi vida
redime a este cautivo
que se siente furtivo
al ver Tu causa perdida.

III

Me busco sin encuentro.
¿Acaso no existe luz
que ilumine y dé aliento?
Acaso me faltes Tú.

IV

¿Quién soy?
¿Qué es el hombre?
Qué dificil respuesta
sin pronunciar Tu nombre.


IV

¡Cómo no escucharte cautivo
en tanta gracia vertida,
por siempre inmerecida
si en ti, Cristo, yo vivo!


V

¡Cómo dejar de combatir
en este mundo cruel
si galopa mi corcel
queriéndome alejar de tí!


VI

¡Ay, sirena imperial!,
cubres la tierra en llanto
y cosechas con tanto mal
inocencia en camposanto.

VII


¡Cómo no amar hasta morir
si vivimos para amar
y tan sólo Tu Verdad
hace libre mi vivir!


VIII

La luz de un nuevo día
sin penas ni quebrantos
nos inunde ya, María,
con el júbilo de tu canto


Francisco Sandalio


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